Es la principal pieza del Museo Dcoop (donado por la familia Cuadra Rojo), y se situaba en la vega de Antequera. El propio edificio es una reproducción de esa almazara, en las técnicas constructivas, a la hora de hacer las paredes, respetando los espacios o al ser necesario colocar la viga antes de cerrar el techo. Se han colocado en la misma disposición las tinajas de la bodega, la viga y el empiedro. Éste, que funcionaba con tracción animal, es cilíndrico o troncocónico (ligera pendiente) y cuenta con dos piezas. Éstas, junto con las maderas, la cubeta y la solera del empiedro so totalmente originales.

Por otro lado, el elemento más espectacular es la prensa de viga y quintal, que cuenta con 12,5 metros de longitud. Las cuerdas, las pletinas, los clavos… incluso los nidos de avispas terrizas se han conservado. Después de más de tres siglos y de estar apolillada y seca la madera, la prensa todavía pesa tres mil kilos, lo cual da idea de la presión que podía ejercer. La piedra de contrapeso engarzada al husillo, la regaifa (o piedra de la prensa) y la torre de contrapeso (originalmente maciza) son otros elementos que nos muestran la oleotecnia de la época.

Por último tenemos la bodega con las tinajas originales, donde hay varias curiosidades empezando por la misma disposición espacial que en el origen. Algunas tinajas están firmadas por los maestros alfareros; otra curiosidad son las lañas, vestigio de un oficio perdido, pero que se puede observar aquí; por último, a las más grandes se les cortó el cuello, porque se reutilizaron para guardar grano y trigo, después de que el moli-no dejara de funcionar tras la Guerra Civil.