La Serranía de Ronda es mucho más que un conjunto de sierras cubiertas de una exuberante vegetación mediterránea: profundos y apacibles valles, estrechas gargantas y escarpados tajos, cuevas milenarias como La Pileta y el Gato, donde el hombre prehistórico dejó la huella de su presencia.

El viajero percibe en Ronda un halo romántico de leyendas de bandoleros y toreros, que lo envuelve todo.

Su monumental plaza de toros es una de las más antiguas. El profundo Tajo que forma el cauce del río Guadalevín, divide en dos a la ciudad y se ha convertido en una de sus señas de identidad.

En los alrededores se puede visitar también el Valle del Genal y la Sierra de las Nieves.