Es de los destinos más elegidos del Mediterráneo occidental y los motivos están claros. Encontrarás calas de ensueño, hermosas puestas de sol y una naturaleza desbordante. Puedes disfrutar de las islas como lo desees: con toda la tranquilidad que buscas o viviendo las noches más locas que puedas imaginar.
Sus islas son lugares en los que perderse en sus pueblos marineros, descubrir sus paisajes de película o practicar deportes náuticos. Especialmente tranquilas son Menorca y Formentera, dos pequeños paraísos en el Mediterráneo.
Las dos islas mayores son Mallorca e Ibiza. En la primera, destaca la capital, Palma, el Parque Nacional de Cabrera y la Sierra de Tramontana. Ibiza, por su parte, está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO debido a su biodiversidad y cultura. Muestras de lo segundo son el yacimiento fenicio de Sa Caleta, la necrópolis de Puig des Molins y el centro histórico de Eivissa. Además, la isla de Ibiza es conocida mundialmente por sus divertidas noches sin fin en las que la música suena hasta el día siguiente.